La esquizofrenia es una enfermedad que se caracteriza por alteraciones típicas en el pensamiento, el afecto y el comportamiento que producen desorganización severa del funcionamiento social.
Se calcula que el riesgo de padecer esquizofrenia en la vida es del 1%, esta afecta a hombres y mujeres con la misma frecuencia.
La edad de inicio generalmente es más temprana en los hombres, presentándose entre los 16 y 24 años, mientras que en la mujer puede empezar mas tardíamente, entre los 30 y 34 años. Los niños pueden desarrollar esquizofrenia, pero es muy raro que la enfermedad se presente antes de la adolescencia.
No se ha logrado establecer una etiología clara para la esquizofrenia, pero se acepta que existe una interrelación entre factores biológicos y psicosociales que son responsables de la aparición de los síntomas, así como del curso y pronostico de la enfermedad. Se sabe que hay factores genéticos implicados ya que el riesgo de padecer esquizofrenia es mayor en algunas familias y la probabilidad aumenta entre mas cercano sea el grado de consanguinidad con el paciente, también se ha sugerido una alteración en el neurodesarrollo como factor etiológico, alteraciones en neurotransmisores cerebrales (dopamina, glutamato), daño cerebral de etiología viral, complicaciones en el trabajo de parto que llevan a hipoxia cerebral como trabajo de parto prolongado, sangrado durante el embarazo, periodo corto de gestación y bajo peso al nacer.
En cuanto a los síntomas de la enfermedad, se pueden encontrar unos cambios tempranos como:
aislamiento, no pasar mucho tiempo con personas de su propia edad, pérdida de memoria, p.ej.: olvidar donde se colocan las cosas, trastornos de percepción: objetos que cambian bruscamente de tamaño o color, preocupación extrema en materia de religión, filosofía, ocultismo, etc.: posiblemente, pertenencia a una actividad de culto, trastornos del pensamiento: incoherencia, argumentos irracionales o abstractos lapsos de disminución de la atención: fácilmente despistado, depresión, agresión, irritabilidad, hostilidad inesperada, falta de energía, trastornos del sueño: se levanta a menudo por las noches y duerme durante el día, temor, agitación de las manos, pérdida de apetito, o apetito voraz, deterioro de la higiene personal, p.ej.: difícilmente se ducha o se lava, problemas de tiempo para organizarse.
La esquizofrenia se caracteriza por un grupo de síntomas que se han dividido en síntomas positivos y síntomas negativos:
Síntomas positivos: comprende básicamente alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento
· Alucinaciones: Las alucinaciones son percepciones que no se basan en la realidad, pueden ocurrir a través de todos los sentidos, audición, vista, tacto, gusto u olfato. Sin embargo, el escuchar voces que otras personas no escuchan es el tipo más común de alucinación en la esquizofrenia. Las voces a veces describen las actividades del paciente, mantiene una conversación entre ellas, o advierten al paciente de peligros inminentes e incluso le dan órdenes.
· Delirios: Los delirios son creencias falsas que no responden a la razón ni a la evidencia y que no son compartidas por las personas que rodean al enfermo. Los delirios pueden ser acerca de temas diferentes. Por ejemplo, los pacientes que sufren de esquizofrenia de tipo paranoica, aproximadamente un tercio de todos los que sufren de esquizofrenia, generalmente tienen delirios de persecución, por lo que creen ser engañados, acosados, envenenados y a veces creen que otras personas conspiran en contra de ellos, sin que estas cosas estén realmente sucediendo. Algunas veces los delirios experimentados por las personas con esquizofrenia son insólitos. Por ejemplo, el enfermo cree que un vecino controla su comportamiento con ondas magnéticas, que las personas que aparecen en televisión le están enviando mensajes, o que sus pensamientos están siendo transmitidos por ondas radiales y son captados por otros.
· Trastorno del pensamiento: La esquizofrenia generalmente afecta la capacidad de pensar. A veces los pensamientos surgen y desaparecen rápidamente. Muchas veces el paciente no parece prestar atención a las cosas, no se puede concentrar en un tema y se distrae fácilmente. En ciertas situaciones las personas con esquizofrenia no pueden determinar lo que es o no relevante, pierden la capacidad de hilar los pensamientos en una secuencia lógica de manera que se presentan desorganizados y fragmentados. Esta perdida de continuidad lógica llamada "trastorno del pensamiento", puede dificultar mucho la conversación. En general, cuando las personas alrededor del paciente no entiende lo que este dice, se sienten incomodas y tienden a evitarle, contribuyendo a su aislamiento social.
Síntomas negativos: Estos expresan una carencia o déficit del funcionamiento cognoscitivo y social. Estos síntomas están presentes durante las crisis psicóticas (síntomas positivos) y en los periodos intercriticos.
· Alteración afectiva: Se presenta una especie de indiferencia o insensibilidad, lentitud de reacción y casi ausencia de expresión emocional que ha sido llamado aplanamiento afectivo. Aunque se pueden expresar algunos sentimientos en determinadas situaciones normales, o dar respuestas que se consideran inapropiadas para el momento (como demostrar agrado ante situaciones penosas). Son muy típicas las risas sin motivo.
· Alogia: Se refiere a una disminución en la producción y comunicación verbal. Se caracteriza por respuestas breves o vacías y puede haber bloqueos del pensamiento (el paciente interrumpe lo que dice y parece no encontrar las palabras).
· Alteraciones de la actividad: Lo predominante es la perdida de iniciativa, hay falta de energía e impulso, insuficiente motivación, lo que puede llevar a que el paciente pase la mayor parte del día sin realizar actividades espontaneas.
· Trastornos de la sociabilidad: Hay un notable retraimiento social, se presenta incapacidad para establecer amistades, contacto intimo con otras personas o participación en grupos.
Es necesario descartar otras enfermedades para llegar a un diagnóstico correcto. Algunas veces síntomas mentales graves e incluso psicosis se deben a trastornos médicos que no han sido detectados. Por esta razón, el médico obtiene el historial médico del paciente, incluyendo la historia de la evolución de la enfermedad. Con este fin también, el médico conduce un examen físico y obtiene análisis de laboratorio. Estos procedimientos son necesarios para descartar otras causas posibles antes de concluir que se trata de esquizofrenia. Además, dado que el uso de drogas ilegales es común y que algunas pueden causar síntomas parecidos a los de la esquizofrenia, a veces el médico pide análisis de sangre u orina para detectar la presencia de drogas.
Es enormemente importante que las personas con esquizofrenia reciban tratamiento. El tratamiento mejora notablemente su calidad de vida, siendo sus dos pilares básicos: la medicación y facilitar un entorno estructurado. La medicación ayuda a controlar las ideas delirantes y las alucinaciones, además pueden ayudar a evitar un completo aislamiento del paciente. La medicación se debe tomar por largos periodos de tiempo. Las personas con esquizofrenia necesitan estructurar sus vidas; necesitan motivación para tomar la medicación, para asistir a las sesiones de asesoramiento, para practicar sus habilidades sociales, etc
La perspectiva para el futuro de las personas con esquizofrenia ha mejorado en los últimos años. Aunque todavía no se ha descubierto una terapia totalmente efectiva, es importante recordar que muchos pacientes mejoran lo suficiente como para mantener una vida independiente y satisfactoria. En la medida que aprendamos más acerca de las causas y de los tratamientos, podremos ayudar a que más pacientes obtengan logros positivos.