Los síntomas físicos y emocionales son comunes durante la fase premenstrual del ciclo sexual femenino. El ciclo menstrual consta de 2 fases: la fase folicular que va del primer día del ciclo y termina con la ovulación, y la fase luteinica que se inicia con la ovulación y termina con la llegada del sangrado menstrual.
El síndrome premenstrual afecta aproximadamente al 75% de las mujeres en edad reproductiva y consta de múltiples síntomas físico-emocionales de intensidad leve a moderada que no interfieren con la vida diaria de la mujer. Por el contrario el trastorno disforico premenstrual es una forma grave del mencionado síndrome caracterizado por depresión, irritabilidad y tensión severas antes de la menstruación. Afecta al 3-8% de las mujeres en edad reproductiva. Los síntomas inician generalmente hacia los 20 años de edad, pero las mujeres no buscan ayuda habitualmente hasta 10 años después.
Las causas no se han identificado, aunque parece que los factores sociales, culturales, biológicos y sicológicos están todos involucrados.
Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual son similares a los del síndrome premenstrual, pero generalmente más severos y debilitantes. Los síntomas se presentan durante la última semana de la mayoría de los ciclos menstruales y generalmente mejoran tres días después del comienzo del sangrado menstrual. El cuadro es discapacitante con respecto a la actividad diaria, especialmente en el área social.
Se deben presentar 5 ó más de los siguientes síntomas en la mayoría de los ciclos correspondientes al último año:
Sentimiento de tristeza o desesperanza y posibles pensamientos suicidas
Sensación de tensión o ansiedad
Ataques de pánico
Altibajos en el estado de ánimo caracterizados por períodos de llanto
Irritabilidad o ira persistente que afecta a otras personas
Desinterés en las actividades diarias y en las relaciones con los demás
Dificultad para concentrarse
Fatiga o falta de energía
Deseo vehemente por consumir alimentos
Trastornos en el sueño
Sentimiento de pérdida de control
Síntomas físicos como distensión abdominal, sensibilidad en las mamas, dolores de cabeza y dolor muscular o articular
No hay hallazgos en un examen físico o pruebas de laboratorio específicos para el diagnóstico del síndrome disfórico premenstrual.
Se debe elaborar la historia clínica y llevar a cabo un examen físico (incluyendo un examen pélvico) y una evaluación siquiátrica para descartar otras condiciones potenciales.
El hecho de mantener un calendario o un diario de los síntomas puede ayudar a las mujeres a identificar los síntomas más problemáticos y los momentos en que hay mayor probabilidad de que se presenten. Asimismo, esta información puede ayudar al médico a diagnosticar el síndrome disfórico premenstrual y determinar el tratamiento apropiado.
Para el tratamiento en los casos leves a moderados se recomienda:
· Reducción de la ingesta de cafeína, azucares refinados, sodio y tabaco
· Realizar alguna actividad deportiva
· Tener un descanso adecuado
Cuando las modificaciones en el estilo de vida no son suficientes es necesario iniciar medicación que será efectiva para aliviar los síntomas y debe ser ordenada por el especialista.
Si los síntomas del síndrome premenstrual están interfiriendo con su vida diaria en cualquier área consulte a su medico.