Es un trastorno de la conducta alimentaria que amenaza la vida. Se caracteriza por un temor intenso a aumentar de peso, distorsión en la imagen corporal, perdida significativa de peso (por lo menos 15% del peso original), rechazo a mantener el peso normal (incluso el mínimo considerado normal para las personas de la misma edad y estatura) y amenorrea (ausencia de por lo menos 3 ciclos menstruales) en las mujeres.
El término anorexia significa literalmente "pérdida del apetito"; sin embargo, esta definición es engañosa ya que las personas con anorexia nerviosa con frecuencia tienen hambre pero, de todos modos, rechazan la comida.
Esta afección se presenta generalmente durante la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta, pero existen casos de inicio prepuberal (son mas severos). Este trastorno alimentario es más común en las mujeres (95% de los casos). Se ha reportado una prevalencia de 0.5-1% en mujeres. En Colombia la prevalencia de vida es de 3.8% y la anual de 0.2%.
La causa exacta de la anorexia nerviosa no es conocida pero las investigaciones sugieren que una combinación de ciertos rasgos de la personalidad, patrones emocionales y de pensamientos, así como factores biológicos y ambientales podrían ser los responsables. El hecho que la anorexia nerviosa tienda a ocurrir en ciertas familias también sugiere que la susceptibilidad a este desorden podría ser heredada.
La mayoría de los individuos con anorexia nerviosa se rehúsan a reconocer o niegan que tengan un trastorno alimentario. Aparentemente disfrutan la perdida de peso y consideran placentero el dejar de comer. Desean ser extremadamente delgados y evitan obsesivamente engordarse (cuando tiene un peso normal o esta muy delgado, dice verse gordo).
Los síntomas pueden abarcar:
• Rápida pérdida de peso a lo largo de varias semanas o meses
• Continuar haciendo dieta a pesar de estar delgado o con el peso muy bajo
• Tener un interés inusual en la comida, las calorías, la nutrición o en cocinar
• Temor intenso a subir de peso
• Extraños hábitos o rutinas alimenticias, como por ejemplo, comer en secreto
• Sentirse gordo incluso cuando se tiene bajo peso
• Inhabilidad de calcular realísticamente el peso de su propio cuerpo
• Esforzarse por lograr la perfección y ser muy autocrítico
• Excesiva influencia del peso y forma del cuerpo en el autoestima de la persona
• Depresión, ansiedad o irritabilidad
• En las mujeres, períodos menstruales infrecuentes o irregulares
• Usos de laxantes, diuréticos o píldoras para dieta
• Enfermedades frecuentes
• Usar ropa suelta para esconder la pérdida de peso
• Hacer ejercicios compulsivamente
• Sentir que uno no vale la pena o sentirse sin esperanzas
• Retiramiento social
• Los síntomas físicos que se desarrollan a lo largo del tiempo, incluyen: poca tolerancia al clima frío, cabello y uñas quebradizas, piel seca o amarillenta, anemia, estreñimiento, articulaciones hinchadas y un crecimiento de nuevo pelo fino sobre el cuerpo.
Existen 2 subtipos subclinicos:
1. Restrictivo: Predominan la dieta y las medidas conducentes a perder de peso. No tiene comilonas ni uso de purgantes.
2. Compulsivo-purgativo: Durante el episodio actual el individuo recurre regularmente a atracones y purgas (por ejemplo provocación del vomito o uso de laxantes, diuréticos etc.)
Identificar la anorexia nerviosa puede ser un desafío. El secreto, la verguenza y la negación son las características de este desorden. Como resultado la enfermedad puede avanzar sin ser detectada por largos períodos de tiempo. Si se presentan síntomas, el doctor empezará una evaluación realizando una historia médica completa y un examen físico. Aunque no existen pruebas de laboratorio para diagnosticar específicamente la anorexia nerviosa, el doctor podría usar varias pruebas de diagnóstico, tales como, los rayos X y las pruebas de sangre para descartar la enfermedad física como la causa de la pérdida de peso así como para evaluar los efectos de la pérdida de peso en los órganos del cuerpo.
Las complicaciones pueden ser graves y es posible que se requiera hospitalización.
Las complicaciones pueden abarcar:
• Deshidratación severa que posiblemente lleva a shock
• Desequilibrio de electrolitos (como la insuficiencia de potasio)
• Arritmias cardíacas
• Desnutrición grave
• Deficiencia de la glándula tiroides que puede llevar a que se presente intolerancia al frío y estreñimiento
• Edema o distensión
• Disminución en el conteo de glóbulos blancos que lleva al aumento de la susceptibilidad a las infecciones
• Osteoporosis
• Convulsiones relacionadas con el cambio de líquidos debido a la diarrea o vómito excesivos
El desafío mayor en el tratamiento de la anorexia nerviosa es hacer que la persona reconozca que su conducta alimentaria es en sí un problema y no una solución a otros problemas. Sin embargo, la mayoría de las personas que sufre este tipo de anorexia niega tener un trastorno alimentario. Con frecuencia, los individuos ingresan al tratamiento cuando su afección está bastante avanzada. El propósito del tratamiento es primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios y luego tratar de resolver los asuntos psicológicos. Es posible que sea necesaria la hospitalización, especialmente si la persona ha perdido mucho peso. Los cuidados de apoyo por parte de médicos, una terapia conductual estructurada, la psicoterapia y la terapia con medicamentos son algunos de los métodos que se utilizan como tratamiento. La desnutrición grave y potencialmente mortal puede requerir alimentación intravenosa.
Aunque podría no ser posible prevenir todos los casos de anorexia nerviosa, ayuda mucho empezar el tratamiento en las personas tan pronto como empiecen a tener síntomas. Adicionalmente, enseñar y motivar a hábitos alimenticios saludables y a tener una actitud realista acerca de la comida y la imagen del cuerpo podrían ayudar en la prevención del desarrollo o empeoramiento de los desórdenes alimenticios.
Si sospechas que tú o alguien que conoces tiene un desorden alimenticio, busca ayuda inmediatamente. Los desórdenes alimenticios pueden volverse más peligrosos cuanto más tiempo pasen sin ser tratados. En casos severos, los desórdenes alimenticios pueden ser fatales.